Aplicación de tóxina botulínica

La toxina botulínica (comúnmente conocida como bótox) es una proteína purificada que se inyecta en cantidades minúsculas en los músculos del rostro cuya actividad es excesiva, para relajarlos y prevenir la aparición de arrugas dinámicas o suavizar las que ya existen (estáticas).

Procedimiento

La toxina botulínica se aplica habitualmente en 10 minutos. Primero se pide al paciente que gesticule. Se realiza la marcación de los puntos a inyectar. Se coloca un poco de hielo para adormecer la zona y luego se inyecta la toxina.Una vez finalizado el procedimiento, la paciente podrá regresar a su vida normal.

Ventajas

Hace desaparecer las patas de gallo, las arrugas del entrecejo y de la frente, y eleva ligeramente las cejas hacia arriba, dando un aspecto más relajado y joven al rostro.
No necesita anestesia.
No requiere pruebas alérgicas.
Puede aplicarse también al cuello y escote.
Se puede aplicar en cualquier época del año.
Los resultados son visibles entre el tercer y quinto día y definitivos en quince.

Cuidados Posteriores

La paciente no debe acostarse las siguientes 4 horas, para evitar la difusión de la toxina a otras áreas, no realizar ejercicios físicos durante ese día y no realizar viajes aéreos las siguientes 24 horas.
En general, los efectos comienzan a desaparecer paulatinamente a partir de los tres y hasta los seis meses.
Pasado este tiempo, el músculo vuelve a su actividad normal provocando la reaparición de la arruga, pero ésta nunca estará más marcada que antes. Es más, mientras duren los efectos del tratamiento la arruga no se marcará y no se agravará. Ganaremos tiempo al envejecimiento facial.